Malos tiempos para la monarquía corren. Hasta en Dinamarca, donde a veces se puede alcanzar la repugnancia en la adoración por la casa real, han aparecido rebeldes. El dúo danés "Surrend", que ha llevado de cabeza a medio mundo con sus carteles y acciones provocadoras, pensó que era tiempo de hacer algo similar en su propio país y que nada mejor que meterse con lo más sagrado para buena parte de sus compatriotas: la reina Margarita y su esposo, el príncipe Enrique. En una exposición en Copenhague y en carteles repartidos por toda la ciudad se pueden contemplar decapitados a tan ilustres personajes.
Pero quitado algún correo electrónico amenazador enviado a los artistas, no ha pasado mucho más. Como en Espanha, vamos...
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