
La policía danesa parece decidida a implantar el estado policial en Copenhague. Tras unos días de calma y movilizaciones pacíficas masivas, anoche volvió el mambo. Unas mil personas se acercaron al solar donde hasta hace una semana se erigía el centro juvenil "Ungdomshuset" para hacer una fiesta al aire libre. Todo transcurría con calma, hasta que la madera dijo que aquí se acababa la diversión: 37 detenidos. Y ya van más de 700, de los que casi 200 han pasado a prisión preventiva, con errores en los procesos reconocidos por los propios jueces y argumentos tan sólidos como la posibilidad de volver a participar en incidentes. Hasta Amnistía, siempre tan políticamente correcta, ha protestado ante el Gobierno por las numerosas irregularidades cometidas...
4 kommentarer:
vamos, el puto paraíso de la socialdemocracia...
Luigi, amigo, igual que con la Casa Encantada...
sólo que aquí nos cuesta mucho más eso tan estresante de protestar...
Para eso está la SER
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