

Si Fredrik Reinfeldt, primer ministro de Suecia, no tiene con quien dejar a sus hijos, no pasa nada. Reinfeldt tenía que asistir a una reunión con sus compañeros del Partido Conservador en Gävle, al norte de Estocolmo. Como su mujer, Filippa, estaba de viaje y no encontraba canguro, el primer ministro sueco se llevó a su hija Ebba, de 6 años, al laburo.
La pequeña Ebba no se separó de su padre, ni siquiera cuando éste tuvo que atender a los medios de comunicación...
2 kommentarer:
Fala, Anxo! Pobre Reinfeldt, nao tem dinheiro para pagar uma babysitter porque os impostos sao muito altos... Bela dica a do documentário islandês. Vou catar por aqui. Acabei de botar um link pro seu blog, com uma citacao ao seu idioma. Um abraco
Si, será por iso que llos quere baixar, sobre todo aos ricos... Obrigado
Send en kommentar