mandag den 7. juli 2008

JUDAS IS RISING?


Roskilde 20o8 dio para poco: un cartel flojito, más centrado en el hip-hop y en el metal, en nada comparable al del año anterior. Eso sí, el infierno de lodo y lluvia de entonces dio paso a sol y calor, que siempre es de agradecer.
The Hellacopters hicieron honor a su nombre y dieron un gran concierto de despedida: siguen siendo muy buenos en directo, pero su repertorio de los últimos años no está a la altura de sus álbumes anteriores. Mejor dejarlo cuando aún están arriba...
Arriba, y bien arriba, estuvieron durante años los Judas Priest, que han dejado un legado indiscutible en el ámbito del rock duro y del metal. Pero por lo visto el sábado en Roskilde, los Priest no están para más. Halford se mueve como un anciano de 80, pese a andar por los 57. Y Typton ya no es el que era. El repertorio aguanta, pero ellos ya no. Tampoco los clichés de la moto y el cuero...
No todo se reduce sin embargo a la edad. Ahí está Neil Young, que con más de 60 pirulos es capaz de hacer un concierto excelente, alternando derroche de energía con momentos para el recogimiento. Y tocando dos horas y pico, siempre a tope.
Brillante fue el regreso de My Bloody Valentine, sin concesiones ni pausas, y con un final apoteósico de ruido y distorsión de más de 10 minutos. A mí, que nunca he sido seguidor suyo, me parecieron de lo mejor de un festival flojo en grandes nombres pero, como siempre, con agradables sorpresas (los suecos Bob Hund, por ejemplo). A Radiohead casi ni los vi, porque coincidían con los Hellacopters y a mí siempre me han aburrido un poco...




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